No cabe duda de que la congelación se ha convertido en la mejor fórmula para preservar y mantener los alimentos, ya sean del mar (pescado) o la tierra (carnes y verduras). No solo porque frena el proceso de degradación natural y evita la aparición de bacterias. Además permite preservar los nutrientes sin dañar la textura y sabor de los comestibles. Y lo que es mejor: ahorran tiempo, esfuerzo y dinero en la cocina, facilitando la elaboración de las recetas.
No es de extrañar, por lo mismo, que el 70% de los hogares consuman congelados al menos una vez en semana. Así lo establece un estudio conjunto de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA) y la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU). Eroski Consumer cita los resultados de esta investigación en un artículo sobre las verdades y mentiras de los alimentos congelados en el que desmitifica lugares comunes como la pérdida de calidad respecto a los frescos.
Entre los factores que han influido en el mayor consumo de congelados se encuentra el cambio de hábitos alimenticios en una sociedad condicionada por la falta de tiempo. La comodidad de los congelados y su menor coste también han contribuido a generalizar su uso. No son, sin embargo, las únicas ventajas de estos alimentos, con todo un decálogo de virtudes:
1. Mayor seguridad e higiene
La congelación permite mantener los alimentos a salvo de bacterias, parásitos y microorganismos.
2. Menor degradación de los alimentos
Además de mantener a ralla a los patógenos, evitando su proliferación, la congelación ralentiza el proceso de degradación natural de los alimentos impidiendo que pierdan sus propiedades. Eso nos lleva al siguiente punto.
3. Propiedades intactas
Pese al extendido y erróneo mito de que los congelados no contienen las mismas propiedades que los frescos, las modernas técnicas de congelación permiten preservar su frescura y valores nutritivos intactos. Una vez descongelados, los productos mantienen nutrientes, textura, apariencia y sabor. Para hacerlo posible no solo es vital el proceso y la técnica de congelación empleados. También es necesario un estricto control en la cadena del frío de cara a evitar que se rompa. En Mariscos Apolo apostamos por tecnología punta en la industria del congelado que permite garantizar estos aspectos, consiguiendo una calidad máxima en el producto.
4. 100% aprovechables
Como si se tratara del cerdo, del que según el dicho popular se aprovechan hasta los andares, los productos congelados son aprovechables al 100%, ya que vienen limpios y listos para preparar o cunsumir una vez descongelados. No ocurre lo mismo, en cambio, cuando se compra, por citar un ejemplo, pescado natural, del que se desecha entre el 30 y el 40% de la cantidad adquirida, según advierte ABC en este artículo centrado en los beneficios de los productos congelados.
5. Ahorro de dinero
El precio de los productos congelados suele ser por lo general más económico que el de los frescos, lo que permite gastar menos en la cesta de la compra. El menor importe se explica en que la recolección de los productos se lleva a cabo en épocas de mayor oferta, lo que ahorra costes y hace posible un precio inferior.
6. Mayor comodidad
Como ya hemos mencionado previamente, los alimentos congelados se comercializan limpios y preparados para cocinar o servir, lo que facilita su uso.
7. Fácil preparación.
Entre las muchas ventajas de los congelados, se encuentra su fácil preparación, lo que ahorra tiempo entre fogones. Algunos preparados no necesitan más que descongelar, aliñar y servir.
8. Disponibilidad y fácil almacenamiento
Al almacenarse fácilmente en el congelador hacen posible que se disponga de cualquier variedad de producto todo el año, sin necesidad de que sean de temporada.
9. Larga duración
La congelación permite mantener los alimentos en el mismo estado durante meses, alargando su conservación.
10. Aliados en las dietas
La doctora Jessica Bartfield, especialista en nutrición y control de peso en Loyola University Health System de Maywood (Illinois), defiende que los congelados ayudan a controlar las porciones que se consumen. Por lo mismo, pueden resultar un buen aliado a la hora de hacer dietas para perder peso. Aunque es necesario limitar su afirmación a los congelados bajos en calórías, lo cierto es que la variedad de comida, el control de la cantidad y la transparencia en las calorías que se consumen, gracias al etiquetado, están aseguradas.