Tras una Navidad de opíparas y copiosas comidas toca enfrentarse a la temida báscula. Para perder esos kilos de más ganados durante las fiestas, nada mejor que una alimentación saludable acompañada de deporte. Pese a los repetidos eslóganes del tipo «adelgaza rápido con tal o cual truco» no existen fórmulas mágicas ni dietas milagro con las que decir adiós al peso añadido en poco tiempo sin afrontar posteriormente consecuencias adversas para la salud.
Tampoco es necesario, por otro lado, pasar hambre para adelgazar, un mito extendido en el que se debe evitar caer por el efecto rebote que suele producirse al retomar la alimentación habitual tras un régimen riguroso. No en vano, «más vale perder peso poco a poco de forma segura y duradera que hacer dietas estrictas que no son saludables y sólo nos ayudarán a perder peso de forma pasajera», como se advierte este artículo sobre hábitos alimenticios para perder peso.
¿Cómo adelgazar después de Navidad entonces? Aprender a llevar una dieta sana y equilibrada, cambiando los malos hábitos alimenticios, y la práctica de ejercicio físico frecuente se convierten en los mejores aliados para conseguir perder peso de forma gradual, manteniendo la línea posteriormente.
Comienza el reto
El primer paso para dejar atrás esas tallas de más pasa por decir adiós al alcohol, los dulces y las comidas calóricas que han acompañado estas fiestas. Su ingesta debe pasar a ser una excepción en lugar de una constante. Su lugar lo ocuparán las verduras, las frutas y el pescado, principalmente, así como otros productos ricos en fibra y bajos en grasas saturadas y carbohidratos simples (azúcares).
En Mariscos Apolo podéis encontrar una amplia de pescado congelado para llevar una dieta sana como pez espada importado de los caladeros más conocidos en el mundo (cajas de 5 kilos); bacalao, tanto ventresca como colas en bolsas de un kilo (cada caja contiene cinco) o merluza, ya sea en rodajas 1x (cajas de 6 kilos), rodajas (cajas de 6 kilos) o en filetes (en bolsas de 800 gramos).
Aparte del pescado, no es necesario decir adiós a alimentos exquisitos como el marisco, habitual acompañante en las cenas navideñas, y con una gran ventaja aparte de su delicioso sabor: su bajo contenido graso. Este saludable alimento, rico en nutrientes, puede formar parte de las dietas sin temor al peso. En nuestras cámaras frigoríficas también es posible encontrar una amplia gama de marisco congelado para llevar una alimentación sana: desde langostino cocido y crudo (ya sea Serie Oro de alta calidad o en caja verde, que se distingue por su precio más asequible); a pecho y bocas de cangrejo (también serie Oro) o gambón crudo G. Pero recordad, debéis cocinarlos sin salsas o bechamel.
En líneas generales, se debe apostar por alimentos cocinados a la plancha, al horno o al vapor, en lugar de fritos o en salsa.
La dieta sana, la mayor clave
Aparte de apostar por alimentos saludables, se recomienda hacer cinco comidas al día –desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena- para reducir el apetito y mejorar el metabolismo. En este caso, no está de más seguir el refranero popular, sabio en muchos consejos: «desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo». Es conveniente, asimismo, comer despacio y beber agua abundante (unos dos litros diarios).
A la dieta sana debe unirse el ejercicio físico, ya que llevar vida sedentaria no contribuye a adelgazar. Caminar a diario ayuda a quemar toxinas y grasas, combate la celulitis, ejercita los músculos y fortalece las piernas, entre otras muchas ventajas. Aquellos a los que resulta difícil cuadrar los horarios o el bolsillo con el gimnasio siempre pueden recurrir a este saludable hábito o a correr. En Internet también se pueden encontrar numerosos ejercicios para poder adelgazar después de Navidad y tonificar músculos y abdomen.
En resumen, para adelgazar después de Navidad apuesta por una alimentación equilibrada acompañada de la práctica de deporte.
