La mayoría de los consumidores sabemos que el pescado es uno de los alimentos más sanos y saludables de la dieta mediterránea. Combinado con vegetales, legumbres y cereales, y consumido de 2 a 4 veces por semana, es una de las principales fuentes de nutrientes, proteínas y grasas saludables para el organismo. Pero, ¿realmente conoces los beneficios nutricionales de comer pescado? Pues atención, en este artículo desgranamos cada uno de ellos.
Es un alimento apto para dietas bajas en calorías
Tanto si somos deportistas natos como si estamos preocupados por mantener nuestro cuerpo dentro de un peso saludable podremos introducir algunos pescados como novedad dentro de nuestro menú semanal. El pescado se digiere fácilmente y solamente aporta un 5 % de grasas (80 Kilocalorías por cada 100 gramos en el caso de los magros y 200 en los azules); que, por cierto, son insaturadas, es decir, son saludables para nuestro organismo.
Además, por su bajo contenido en sodio, es un plato recomendado tanto para personas con hipertensión como con retención de líquidos o insuficiencia renal. Por último, su facilidad para ser cocinado rebajará la “pereza” a la hora de preparar sencillos, rápidos y sabrosos platos bajos en calorías.
Previene frente a ciertas enfermedades
El pescado nos ayuda a mantener nuestro sistema de defensas a raya gracias a su alto aporte de minerales (calcio, potasio, fósforo, yodo), proteínas, vitaminas A, B, D y E, así como aminoácidos Omega 3. Por ello, no solo es beneficioso para reducir los niveles de colesterol malo, sino también para disminuir la presión arterial y favorecer el desarrollo neurológico. Su alto valor en calcio nos ayuda a cuidar nuestra salud ósea y a prevenir ciertas patologías como la osteoporosis. Incluso es aconsejable para proteger al organismo de enfermedades cardiovasculares, cáncer o arterosclerosis.
Es un aliado perfecto para el crecimiento infantil y el embarazo
Por su alto aporte de yodo, el pescado es un fiel complemento para las embarazadas. Uno de los principales beneficios del pescado es que protege al organismo durante la gestación y la lactancia y, por si fuese poco, favorece el crecimiento correcto de los niños y el desarrollo del cerebro durante la etapa infantil. El salmón, el bacalao o los mejillones son especialmente ricos en este componente. Es imprescindible para el desarrollo de los dientes, de los huesos y de los músculos.
